Joven de 14 años perdió un riñón tras ser empujado por compañeras en un colegio de Usme
Campañas fraudulentas claman fondos asegurando falsamente que el estudiante está en coma o muerto.
Esteban Ruiz, hermano del estudiante de 14 años que perdió un riñón como consecuencia de un violento ataque por parte de dos compañeras en el colegio Nueva Esperanza de Usme a inicios de marzo, ha levantado su voz para denunciar una situación aún más indignante: la proliferación de estafas en redes sociales que se aprovechan del sufrimiento de su familia.
A través de un video difundido en TikTok, Ruiz expresó su profunda molestia ante la existencia de personas inescrupulosas que están realizando colectas de dinero fraudulentas, diseminando información falsa sobre el estado actual de su hermano. Según estas campañas engañosas, el joven aún estaría en estado de coma o incluso habría fallecido, lo cual fue enfáticamente desmentido por su hermano.
«No quiero que caigan en engaños, en estafas, que la gente está haciendo con lo que le ocurrió a mi hermano. A todas esas ratas que están haciendo rifas, colectas, vacas, que se están aprovechando de la desgracia de otras personas, que se dejen ver», manifestó con firmeza Esteban Ruiz.
En contraste con las falsedades que circulan en línea, el hermano del menor informó que este ya se encuentra en su hogar, avanzando en su proceso de recuperación. Sin embargo, compartió una triste realidad que ha marcado profundamente a su familia: la grave lesión sufrida probablemente impedirá que el joven pueda cumplir su gran anhelo de convertirse en boxeador profesional, una pasión que cultivaba con esmero antes de la agresión. «Mi hermano quiere ser boxeador. Es un joven muy introvertido, muy tímido, él entrenaba muy juicioso antes del accidente, pero debido a esta lesión es muy probable que ya no lo pueda desempeñar. Esto ha sido una afectación psicológica muy grande para él», lamentó Ruiz.
Es importante recordar que, tras la agresión, la familia del estudiante también denunció una supuesta negligencia por parte del colegio Nueva Esperanza en la atención inicial del menor, alegando una tardanza en su traslado a un centro médico adecuado, lo que pudo haber contribuido a la irreversible pérdida de su riñón. Actualmente, el joven recibe acompañamiento psicológico para sobrellevar las difíciles secuelas de este lamentable suceso.
Publicar un comentario